Hace muchos años. en un pequeño pero hermoso país tropical habitaba un oso perezoso gigante y prehistórico. Nuestro amigo el oso era muy feliz, pero pasaba siempre muy solito, ya que no había más perezosos como él. Habitaba en el bosque lluvioso y allí le encantaba divertirse subiendo lentamente a las copas de los más grandes árboles, donde disfrutaba de camuflarse entre las hojas.
Un día mientras jugaba en el árbol más grande del bosque. divisó a lo lejos unas extrañas cuevas de diversos y llamativos colores que incluían el rojo, amarillo, morado, verde, blanco y negro. Su curiosidad hizo que se acercara a ver lo que allí había. Se dio cuenta que en cada cueva había sido encerrado un grupo de extraños monstruos.

Aunque al principio se asustó por la apariencia de estos personajes, poco a poco fue conociendo cada uno de ellos. Se decidió a hablar con ellos y llegó a entenderlos, se dio cuenta que realmente eran “pura vida”. Por eso, decidió liberarlos.
Para liberarlos iba a tener que superar una serie de obstáculos y ganar varias contiendas, ya que quien los tenía allí encerrados no cedería fácilmente.
Primero liberó a los monstruos de la cueva roja y la verde. Para ello, tuvo que unirlos a todos a fin de vencer a la Pelona Incansable de las Tinieblas, quien era la custodia de esas dos cuevas. Para no tener que luchar a muerte le propusieron una contienda que, con los años y a través de las leyendas que se transmitían de padres a hijos, pasó a ser conocida como Todos contra la Pelona.

Gracias a su persistencia y astucia, el perezoso y sus nuevos amigos triunfaron en este reto, ganándole a la Pelona y liberando con ello a la Cegua Interesante de la Noche, al Cadejos Salvaje del sendero, la Novia sin rostro del cementerio y a la Carreta Sin Bueyes del Camino. También fueron liberados, el Espectro Errante del Hospital, la Llorona Penitente del Rio, la Pasajera Fantasmal de la carretera y la Monja Temible del Sanatorio.
Este grupo de amigos definió una estrategia para liberar al resto de monstruos que estaban en la cueva morada, en la amarilla y en la blanca. Para ello debieron superar juntos otras dos pruebas. En ellas tenían que mezclarse entre sí y con ello ganar puntos. En la primera prueba, avanzaban por partes de su cuerpo aprovechando así las mejores habilidades de cada uno. Esta prueba pasó a ser conocida en las leyendas como Los Monstruos Locos. Con mucho esfuerzo, todos nuestros amigos lograron ganar esta prueba y lo celebraron con una gran fiesta. Ahora ya solo les quedaba el desafío final, en el que tendrían que mezclarse entre ellos consiguiendo formas terroríficas y divertidas nunca antes vistas. Esta legendaria competencia se conocería posteriormente como Guerra de Monstruos.

En esta aventura, fueron liberados: el Dueño Estridente del Monte, la Bruja Zarate Noble de la Roca, el Sismiqui Ardiente de la Cueva, el Jinete Sin Cabeza de la Pampa, el Pirata Espectral de los Mares, el Padre Sin Cabeza de la Ermita y el Campesino Sagaz del Puente de Piedra. En esta victoria hubo 3 personajes que destacaron demostrando una valentía sin igual. Ellos fueron el Mico Malo Horripilante del Tejado, el Pisuicas Inmortal de la Noche y la Tulevieja Maloliente de la Aldea. Todos ellos se hicieron grandes amigos. Nuestro protagonista el oso, por su capacidad de camuflaje podía integrarse con cualquiera de nuestros amigos terroríficos y nunca más volvió a estar solo. Además aprendió a no juzgar por las apariencias ya que es muy divertido y enriquecedor compartir y ayudar a los demás.

Autor: Antonio Jacob Aldi
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